En salud, una de las grandes recomendaciones dentro de un gran listado es el
Aporte de agua.
Fisiologicamente es el componente indispensable de todos los tejidos corporales, esencial para la digestión, absorción, eliminación de toxinas, actúa como medio de transporte de gran parte de los nutrientes y además contribuye a la regulación de la temperatura corporal.
Ahora, las necesidades de líquido dependen del peso y de la etapa de vida de cada persona, además de la actividad física que cada uno haga. En general la recomendación es consumir alrededor de 2 a 2,5 litros de agua diario para un adulto, basándonos en un aporte de 15-20 ml/kg de peso, y en niños de 1 a 1,5 litros, basados en un aporte de 50 – 60 ml/kg de peso.
Los aportes especiales de agua están recomendados para deportistas, mujeres en etapa de lactancia, dietas hiperproteicas y enfermedades con riesgo de deshidratación, donde el médico debe definir la ingesta adecuada de líquidos para cada caso en particular.
Es poco probable que una persona sana tenga un consumo excesivo de agua, sin embargo hay enfermedades que pueden presentar altas ingestas de líquido o ‘polidipsia’, caso que se da en diabéticos descompensados, donde este es uno de los síntomas principales. También existe el otro lado, donde el consumo normal para la gran mayor es excesivo como insuficiencia renal, insuficiencia cardiaca, insuficiencia hepática.
El equilibrio hídrico es cuando la cantidad de líquido ingerido es equivalente al líquido perdido. Los ingresos de líquidos son a través de la ingesta directa de agua, el agua contenida en los alimentos, el agua producida en el metabolismo de los alimentos al transformarse en energía. Y las pérdidas ocurren a través de la orina, deposiciones, sudoración y exhalación. En esta época de verano la gente se expone más a la deshidratación sino regula su consumo, reponiendo lo perdido, para esto, todas las ingestas de líquido son relevante. Los alimentos con mayor contenido de agua son las frutas y verduras, en el caso de las frutas 80 a 90% de su peso es por el contenido de agua, en el caso de las verduras, supera al 90% del peso del alimento.
EL agua, no contiene calorías, por lo tanto NO engorda, no importa el momento en que se tome, nunca tiene efecto negativo en el peso corporal.
El agua, no posee la función de quemar grasas, sino que participa en los procesos metabólicos de oxidación de las grasas.
En las dietas, el agua, tiene un mayor efecto de saciedad, ayudando a controlar el apetito, aumentando el bolo alimenticio permitiendo estar más satisfechos después de comer, aunque el agua haya sido ligera.
¿Y tú, tomas agua?
Ref: Dra. Cristina Olivos, Nutrióloga, CLC.
